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Arquitectos: taller 9s arquitectes
- Área: 496 m²
- Año: 2019
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Fotografías:Adrià Goula
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Proveedores: Daisalux, ASVALL, Cortizo, IBERCAL, INTELLICAD, Luce&Light, MAYDILIT, RIBA MASSANELL (industrial), Roi
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Revivir. La intervención en el molino de Cal Xerta tiene por objetivo evitar la pérdida definitiva de un antiguo molino de papel que se encontraba en desuso y en un avanzado estado de ruina, con la intención ubicar en un futuro un centro de interpetación del papel, una actividad tradicional ligada al valle del río Bitlles. Las primeras fases de la intervención han servido para consolidar el edificio, rehabilitar las fachadas y adecuar la planta baja y los antiguos talleres. La consolidación estructural ha permitido crear un nuevo núcleo de comunicaciones vertical, inexistente hasta entonces, de modo que permita comunicar todas las plantas y hacer posible el futuro recorrido museográfico. La actuación nace de un planteamiento de mínimos con el fin de aprovechar al máximo las cualidades de la preexistencia y maximizarlas desde el punto de vista de la seguridad, la habitabilidad y la eficiencia energética.
En el exterior, el diferente tratamiento de las fachadas explica el crecimiento del edificio a lo largo de su historia. La parte más antigua del molino se reviste por fuera con un revestimiento ecológico a base de cal y corcho, que permite dejar vistos los muros interiores. Por el contrario, la parte más reciente del edificio, de mediados del siglo XX, se deja desnuda por fuera para aislarse por dentro. Una nueva cubierta unitaria, que se expresa exenta, religa todas las épocas. Los huecos existentes, con nuevas carpinterías, se combinan con las nuevas aperturas, que se adecuan a los huecos existentes, resultado del derribo de una parte del conjunto. Así, en la zona de talleres un nuevo escaparate reconoce un hueco en el muro de piedra y permite enseñar la antigua maquinaria.
En el interior del edificio la dualidad que se expresa en el exterior se refuerza. Los espacions del cuerpo más nuevo se resuelven con techos de viguetas y bovedillas que sustituyen a los antiguos, dañados por aluminosis, mientras que en la parte antigua se respeta la viguería de madera. Los nuevos tramos de forjado que resuelven la necesidad de poner a cota las plantas se expresan con losa maciza de hormigón. Los techos técnicos, el nuevo núcleo de ascensor, las escaleras, los núcleos de servicios de madera ... hibridan con los espacios históricos y la pátina del tiempo como objetos sobrepuestos que respetan la configuración tradicional del edificio y dialogan desde un nuevo lenguaje contemporáneo con las trazas y heridas existentes.
En la zona de talleres las intervenciones son más puntuales y específicas: una barandilla mínima, una nueva rampa para vencer un escalón aislado, nueva iluminación y buscan garantizar la seguridad de la visita sin dañar la expresión de la memoria del lugar. Los paramentos se consolidan como están, sin pulir ni rascar, mostrando el paso del tiempo y las transformaciones a lo largo de la historia del edificio fabril. La maquinaria se respeta tal como se encontró, elementos que ya forman parte inseparable de la propia definición del espacio arquitectónico.